Mazatlán.- Luego de varias semanas de recibir malos tratos durante el irrumpimiento por parte de personal de Pemex, quienes llegaron a ingresar a sus casas para amenazarles con desalojarlos mediante el uso de la fuerza pública, habitantes del Callejón Puerto Peñasco, en la colonia Casa Redonda, afirman que los actos hostiles hacia ellos han cesado.
Así lo dio a conocer, la señora Mirna, quien al igual que la mayoría de jefas de familia que viven en este sector, laboran en empacadoras y congeladoras del Parque Bonfil.
“Ya no nos han molestado, ni han entrado a nuestras casas. Ya estamos más tranquilos, ya gracias a Dios, estamos viviendo en un terreno, que era lo que ocupábamos y aquí estamos”.
Recordó que fueron noches, a veces, sin poder dormir, debido a la incertidumbre que provocaban las visitas a altas horas de la noche o primeras horas de la madrugada, de funcionarios uniformados de Pemex. Sin embargo, no todos los habitantes resistieron las amenazas.
“Nosotros lo que pedíamos era que ya no nos molestaran, que ya no nos aluzaran en la noche. Afortunadamente ya no lo han vuelto a hacer y cada quien está en su terreno, aunque hay que decir que varios, por miedo, decidieron irse”.
La señora Irma, reconoció que la labor de los medios de comunicación que dieron a conocer su caso, fue fundamental para que terminaran los actos hostiles hacia ellos.
“Cada quien tiene su necesidad, y por eso cada uno de nosotros vive en su pedacito. Hace unas semanas, cuando recién habíamos llegado, era constante el acoso, los gritos de “ya sálganse”, lo cual nos mantenía con mucho miedo a nosotros y a nuestros hijos. Pero mire usted, gracias a la exposición de nuestro caso en los medios de comunicación, parece que cayeron en cuenta de su error, ya que lo único que queremos es que nos dejen en paz. Nosotros no le hacemos daño a nadie”.
Por último, explicó que para ellos, es muy importante que la distancia sea corta entre su sitio de trabajo y su casa, ya que la pandemia los ha obligado a tener a sus hijos en casa.
“La mayoría trabajamos en congeladoras, trabajamos descabezando, otras somos empacadoras, y ha habido un poco más de trabajo estos últimos días porque ya están llegando los barcos, aunque hay que reconocer que este trabajo es temporal; por eso la importancia de que nos dejen vivir cerca del lugar de nuestro trabajo, y así, se nos permita llegar rápidamente a casa, con nuestros hijos”.
