Mazatlán, Sinaloa; agosto 09 del 2021.- Pocas veces se puede ser testigo del nacimiento lo más precioso que genera naturaleza: Un arcoíris.
Pero en esta ocasión no fue uno sino dos ya escasos metros de distancia de un cuerpo de agua. Además del origen, también se pudo ver lo que llaman el final, aunque fue sin la olla del tesoro.
Nadie se esperaba este grandioso espectáculo. Desde lo alto se admiraba la presa Picachos rebosada porque se llenó las lluvias de los últimos días y al rebasar su límite, sus aguas pasaron por la encima de la cortina.
Al descender hacia el lado del municipio de Concordia y llegar a donde cae el agua al cauce del río Presidio, la sorpresa fueron los multicolores en el aire.
Un arcoíris en la zona donde desfogan para hacer bajar el nivel y otro en pleno cuerpo de agua, ocasionado por la intensa brisa y los rayos del sol que se asomaban entre los cerros. La vista fue inigualable y los minutos también.
Familias que llegaron a media mañana para admirar la obra hidráulica saturada de agua, quedaron maravillados con lo que tenían frente a sus ojos a casi un paso de ellos.
