Mazatlán, Sinaloa. – Una de las problemáticas que tiene Mazatlán, y molesta a la mayoría de los ciudadanos, es la contaminación auditiva.
En la ciudad se generan diversos sonidos combinados, tanto viales, como los provenientes de los distintos establecimientos, ambos, principalmente en la zona y atractivos turísticos.
De este problema, dijo el candidato, no se han tomado las medidas necesarias para erradicar este problema o por lo menos tenerlo bajo control.
Ante esta situación, dos de los actuales candidatos a la presidencia de Mazatlán que ya fueron expresidentes municipales, en sus respectivos periodos ignoraron esta exigencia.
Por este motivo el candidato a la alcaldía de Fuerza por México en Mazatlán, Samuel Lizárraga Camacho, ha demostrado que para tener un Mazatlán que pueda compartir su turismo y belleza natural primero se tienen que resolver los problemas en el entorno, con base a lo que dice la Organización para la Cooperación Económica advierte que la contaminación acústica propicia daños fisiológicos y psicosomáticos muchas veces irreversibles, por lo que México sobresale por exposición a sonoridades superiores a 65 decibeles (dB).
Algunas de las regulaciones ya existentes por parte de la SEMARNAT son las NOM-082, NOM-080 y NOM-079, las cuales buscan el control de emisión de ruido de fuentes móviles, entre otros factores.
En este contexto Lizárraga Camacho expone su idea de trabajar en conjunto con las cooperativas, pulmonías y aurigas, así como con los prestadores de servicios turísticos como renta de vehículos todo terreno con equipo de sonido para trabajar en beneficio del medio ambiente.
Lizárraga propone capacitar a los agentes de tránsito para tener un manejo eficiente sobre esta problemática, de la misma manera uno de sus objetivos es que los elementos cuenten con un equipo que les permita hacer la medición de los decibeles, con el fin de tratar este contaminante ambiental intangible que impacta al paisaje sonoro de los mazatlecos.
