Mazara, Sinaloa,- Esta temporada hasta las rocas han cambiado de color y las clásicas piedras blancas cercanas a la casa de los lobos marinos no son ya las únicas. Ahora otros puntos cercanos a la costa pasaron del color negriso al claro, por el mismo fenómeno que cambió a las otras: Las aves. La presencia de bancos de peces en esa pequeña bahía ubicada entre la UNAM y el Paseo del Centenario atrajo también a pelícanos y otras especies depredadoras. Y fueron las rocas que sobresalen del mar el punto de descanso y de desecho natural de lo que se alimentan. Y en unos días las volvieron blancas, como las gigantescas que están mar adentro. Así que al levantarse la cuarentena y que normalmente se pueda dar un paseo costero, ese será uno de los cambios que se verán.
Por Reporteros Asociados