Mazatlán, Sinaloa; julio 17 del 2020.- A poco más de un año de se instaló, la biobarda logra un importante resultado para la diversidad marina.
En la boca del estero el Infiernillo y el canal de navegación regresaron varias especies de peces y lo que no se había visto desde hacía cerca de 20 años: El pulpo.
De acuerdo a Javier Acosta, encargado de realizar la limpieza de lo que queda atrapado en el muro flotante, fue toda una sorpresa encontrar un pulpo pegado a un tronco de árbol hundido.
Es difícil verlos porque se camuflagean y se prenden de las estructuras que existen en ese punto, para esconderse de sus depredadores o para poder atrapar alimento, dijo Acosta.
Pero los que si se pueden ver a simple vista dentro el agua, son caracoles y es todo un espectáculo verlos caminar sobre las rocas. Hay también peces que ya no llegaban a ese sitio desde hace varios años y unicamente se podían encontrar en las orillas de la Isla de Soto.
El cambio en esa zona es visible, pues las aguas están limpias y eso es lo que ha permitido que las especies regresen.
