Mazatlán, Sinaloa; septiembre 12 del 2020.- Fue la fuerza del agua, la basura o el humano. Pero el caso es que la biobarda está rota.
Durante un recorrido por el puente Juárez, o la boca del estero el Infiernillo y el canal de navegación, que es en donde fue colocada, se pudo ver suelta en dos pedazos.
Desde la vía del tren, se aprecia que la pared flotante del lado izquierdo solo se desprendió de la mitad del puente al que se amarró.
En el ala derecha es el mismo caso, pues la cuerda con la que se había sujetado a uno de los pilares tampoco resistió la mano del hombre o el caudal.
El caso es que lo que el arroyo arrastró debía de quedar atrapado en ese sitio, pero pasó libremente hacia las aguas del canal, en donde se ven flotar como pequeñas islas.
Por Reporteros Asociados
